Abiertas tenemos las manos para entrelazar una ronda, invitando a Gabriela y nos lleve por su escuela. Queremos viajar con usted, queremos saber su pasado queremos mostrarle el presente, y arrimanos a su lado. Quiero mostrarle mi beba que es nieta de maestra, que me inspira cada día para hacerla de las vuestras. Queremos celebre esta Tierra que tanto acarició de manos, historia infinita de rondas dejada en los caminos. Aquel del silencio de tarde, observando alguna plaza, en intimidad sin alarde idealizando esperanza. Luego con poesía, nos invita eternidad a rondar su letanía como muestra de bondad. Muchas niñas le admiraron y le siguieron sus pasos, ser maestras quisieron cantando sus rondas y versos. ¡Amigas maestras ronden! ¡Gabriela nuestra amiga enseño! virtudes y letras de dama que todo el mundo admiró. La tierra y el mar se juntan en playas de besos de flor, vosotras junten maestras los versos Gabriela de amor. Mi Chile es largo y extenso, Gabriela todo recorrió, buscando a Yin Yin en su patria a Neftalí Neruda encontró. De consul estrella viajera a Mexicó una mañana llegó, Martí le abrió sus brazos y sus versos ella cambió. Maestras, maestras seguid, rondad sin tiempo final, pues la Gabriela de versos ahora se ha hecho inmortal. Y ven con nosotros Gabriela, ved como esto cambió, tu mundo de años antiguos el futuro lo modificó. Ahora la Tierra le pide, venid y volved a cantar, crearemos más rondas de Tierra para ayudarla a salvar. "Tierra de flores y sol, de colores y frutos de amor, hagamos rondas juntitos, auguremos un tiempo mejor" "Sin grandes aviones la viste, ni viajes de luna supisteis, miraste los campos y ríos que ahora dan escalofríos" "Para que le digo ciudades, están muy contaminadas y de la flora nativa, esta toda siendo cambiada" "Vamos ayudemos la Tierra, esta muy desesperada y de tanto petróleo en los cielos solo espera una estocada" Así esta esto Gabriela, amiga del eterno viajar, por aca en Patagonia, no le dejamos olvidar. Pero avancemos de la mano, poetisa universal, aunque más le guste poeta y no le volveré a molestar. Yo se que amigos muchos tuvo, y es difícil recordar, pero si usted me ayuda les invitamos a rondar. Hay mujeres y hombres, de toda la Tierra entera, en los cinco continentes, la tienen en duradera. Vengan, vengan los poetas, muchas vueltas vamos a dar, los pequeños y los grandes, algunos vamos a recordar. Hay un Tagore, un Gibrán que de oriente mostraron virtud, un Rilke, un Verlaine, un Mistral que de Europa mostraron calidad. Esta su Selma querida y su Alfonsina del mar, también Victoria de Malaga que vienen también a rondar. A su amigo predilecto el peruano Alegría, también rondara con nosotros en su vueltas biografía. Son tantas y tantos señora, tantos versos, como salmos, que su abuela en noches de vela le leía como bandos. Uno a uno le llegaban y con ellos Dios le hablaba, y al poco tiempo se dió que el siempre le acompañaba. Y tanto, tanto fue su amigo, que con él se peleaba, cuando por rara ironía, se llevaba a los que amaba. Con el tiempo comprendió que viajando Tierra cansada, de tantos mares e islas se volvió su diosa amada. Y así era porque fuera, solo fue lo que pasó y de tanto cielo y nube su hermana se volvió. Que le obsequiaba las flores, el aire que respiraba y esa inspiración bendita que solo en ella encontraba. Así Lagar contuvo a una Gea solidaria, que por misión tenía darnos la vida diaria. Pero lo suyo era todo, como naturaleza viva, de la mujer a la infancia y de la infancia la vida. De una Ternura gregario unos pies que se abrigaban y arriba de un escenario muchos, muchos reaccionaron. Pero si algo siempre quisisteis fue una América unida y tanto, tanto mostrasteis que le premiaron en larga vida. Y a nosotros con Gabriela, mi beba y estos recuerdos, que han venido aquí rondando por usted muy emotivos. No fuiste una dama de hierro, solo una dama de letras, que buscaste el castellano como mi beba su teta. Eso me pasa en usted, por ser tan noble y tan llena, que viniendo desde Chile siempre lo llevó en la vena. En la vena poesía, en la sangre de los versos en los versos de la tierra, que nunca seran muertos. Mientras poesía este viva, usted nunca morirá, pero confianza yo tengo que en una nave volará. Esa que le espantaba de tomar aires de cielo al ver tanto mundo chico provocando desconsuelo. Ahora la vida a mudado y también la poesía ya las rondas se han cambiado por otras idolatrías. Ahora TV mundana más horas que justo sueño y de leer la persona solo misión de huraño. Ahora ya la enseñanza ha sido modernizada y las computadoras muestran tarea ordenada. Entonces cada vez más, ya no se piensa despacio y las cartas viajan veloces en la virtualidad de un espacio. Usted estaría feliz, sus cartas siempre sublimes llegarian a tantas mentes que lo encontraría increible. Pero en los cielos la veo disfrutando del buen Dios, como estos ojos la buscan en la bibloteca cincuenta y dos. Rondas, rondas Gabriela, por los cerros y las aguas por cada cosa que amó, sin nunca mostrar enaguas. Disculpe estimada maestra si yo con eso ironizo lo que pasa es que hoy ya nadie es pitonizo. Y quien cada puede negocia con sus bienes naturales, y eso es campo fértil en el mundo de inmorales. Usted mucho quizo educar enseñanza al humilde mortal y en la Escuela Normal muchas jóvenes oyeron... su canto liberal. Vamos, Gabriela; Gabriela, deme su fe sin parar para encontar yo más versos y con ellos lograr llegar, Al final de mis recuerdos por ti poeta global, que ahora post modernistas así le suelen nombrar, A los seres universales que dan muchas vueltas al mundo y como usted son muy pocas las que lo han hecho fecundo. Hay algo que me sorpende y es su mirada exterior que cada vez que la observo solo se ve el interior. Es su transparencia poeta, es su alma y Dios, ellos que siempre tuvisteis en sus poemas de amor. Solo un deseo quisisteis de tanto ser autoexiliada y era volver a su Elqui al final de la jornada. Alguien después le llevó cruzando la cordillera, y una carroza sin vida le mostró como quimera. Quizó dormir en su valle y que el río acompañara y ese cerro de su nombre por siempre le vigilara. Usted fue única y pura, tanto como sus dolores que a fuerza de llanto y versos solo se hicieron valores. Tristeza y pena calmaba dando sonrisas al niño y en cada maleta que armó siempre adjuntó al cariño. Pocos le comprendieron, pues del celo alimentaban y se fijaron minuceas que a otros engordaban. Ahora solo hay honores, pues su crítica de diario se ha convertido en maestro al pasar por su santuario. Estás en primeras guías en el verso más pequeño en aquellas analogías que siempre pierden su dueño. Ahora ya todos saben como yo también lo sé que por culpa de su pena usted poeta fue. Pero la ronda continúa con usted, mi beba y quien versa y todo aquel amigo que en su mano asi conversa. Esta no termina nunca, nunca, nunca va acabar, pues cuando pare un poeta otro la ira a continuar. Tiene tantos amigos del mundo, como disconformes tiene su patria, algunos se han quedado mudos y otros bendicen su gracia. Sabe, Gabriela, Gabriela; de tanto leer conocer, si yo tuviese otra vida le quisiera más aprender. Esta noche ya se cierra le debo dejar de versar y si en tanto algo yerro usted me sabra perdonar. La ronda se volvio indemne, la voz se viene apaciguar, mi bebita ya duerme, en sus sueños... querida, Gabriela Mistral.
Atilano González Orellana Paralelo 45 LS Chile
desde un lugarcito de Chile,llamado Coyhaique teoinsitu@hotmail.com
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