lunes, enero 01, 2007

Ed_Leguizamon.mpg

Poema del libro "Desllantados" del escritor uruguayo Eduardo Leguizamón

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno. Junto con la música e imágenes un menú ocurrente y simpático a saborear.

Anónimo dijo...

Hola Gloomy:

Mi primera curiosidad es si don Eduardo Leguizamón es familiar de usted; si es así, la vena Poesía viaja en la sangre, y somos muchas veces un reflejo co-sanguineo de alguien que ya paso antes...

Como hortelano los versos leidos, tienen sabor a vida, y como poeta los vegetales se han vuelto cuerpo de mujer, y más aún, ser comensal de la ensaladera...

...

Sra Graciela; en dos dias más, son los diez lustros de la partida De Gabriela Mistral,y como siempre hay un verso guardado... Quisiera enviarlo a Libros Sin Tapas,para que usted lo tome a consideraciòn, y evalué si puede presentarlo en su blogs y en su proyecto itinerante...

Esta noche hare el envio a esta misma pagina...

Saludos Fraternos y Cordiales

Atilano

Atilano dijo...

Hola Glommy;
lo prometido es deuda así que aquí se van.
Atilano



Con Gabriela, Matizando Rondas Y Versos.


Abiertas tenemos las manos
para entrelazar una ronda,
invitando a Gabriela
y nos lleve por su escuela.

Queremos viajar con usted,
queremos saber su pasado
queremos mostrarle el presente,
y arrimanos a su lado.

Quiero mostrarle mi beba
que es nieta de maestra,
que me inspira cada día
para hacerla de las vuestras.

Queremos celebre esta Tierra
que tanto acarició de manos,
historia infinita de rondas
dejada en los caminos.

Aquel del silencio de tarde,
observando alguna plaza,
en intimidad sin alarde
idealizando esperanza.

Luego con poesía,
nos invita eternidad
a rondar su letanía
como muestra de bondad.

Muchas niñas le admiraron
y le siguieron sus pasos,
ser maestras quisieron
cantando sus rondas y versos.

¡Amigas maestras ronden!
¡Gabriela nuestra amiga enseño!
virtudes y letras de dama
que todo el mundo admiró.

La tierra y el mar se juntan
en playas de besos de flor,
vosotras junten maestras
los versos Gabriela de amor.

Mi Chile es largo y extenso,
Gabriela todo recorrió,
buscando a Yin Yin en su patria
a Neftalí Neruda encontró.

De consul estrella viajera
a Mexicó una mañana llegó,
Martí le abrió sus brazos
y sus versos ella cambió.

Maestras, maestras seguid,
rondad sin tiempo final,
pues la Gabriela de versos
ahora se ha hecho inmortal.

Y ven con nosotros Gabriela,
ved como esto cambió,
tu mundo de años antiguos
el futuro lo modificó.

Ahora la Tierra le pide,
venid y volved a cantar,
crearemos más rondas de Tierra
para ayudarla a salvar.

"Tierra de flores y sol,
de colores y frutos de amor,
hagamos rondas juntitos,
auguremos un tiempo mejor"

"Sin grandes aviones la viste,
ni viajes de luna supisteis,
miraste los campos y ríos
que ahora dan escalofríos"

"Para que le digo ciudades,
están muy contaminadas
y de la flora nativa,
esta toda siendo cambiada"

"Vamos ayudemos la Tierra,
esta muy desesperada
y de tanto petróleo en los cielos
solo espera una estocada"

Así esta esto Gabriela,
amiga del eterno viajar,
por aca en Patagonia,
no le dejamos olvidar.

Pero avancemos de la mano,
poetisa universal,
aunque más le guste poeta
y no le volveré a molestar.

Yo se que amigos muchos tuvo,
y es difícil recordar,
pero si usted me ayuda
les invitamos a rondar.

Hay mujeres y hombres,
de toda la Tierra entera,
en los cinco continentes,
la tienen en duradera.

Vengan, vengan los poetas,
muchas vueltas vamos a dar,
los pequeños y los grandes,
algunos vamos a recordar.

Hay un Tagore, un Gibrán
que de oriente mostraron virtud,
un Rilke, un Verlaine, un Mistral
que de Europa mostraron calidad.

Esta su Selma querida
y su Alfonsina del mar,
también Victoria de Malaga
que vienen también a rondar.

A su amigo predilecto
el peruano Alegría,
también rondara con nosotros
en su vueltas biografía.

Son tantas y tantos señora,
tantos versos, como salmos,
que su abuela en noches de vela
le leía como bandos.

Uno a uno le llegaban
y con ellos Dios le hablaba,
y al poco tiempo se dió
que el siempre le acompañaba.

Y tanto, tanto fue su amigo,
que con él se peleaba,
cuando por rara ironía,
se llevaba a los que amaba.

Con el tiempo comprendió
que viajando Tierra cansada,
de tantos mares e islas
se volvió su diosa amada.

Y así era porque fuera,
solo fue lo que pasó
y de tanto cielo y nube
su hermana se volvió.

Que le obsequiaba las flores,
el aire que respiraba
y esa inspiración bendita
que solo en ella encontraba.

Así Lagar contuvo
a una Gea solidaria,
que por misión tenía
darnos la vida diaria.

Pero lo suyo era todo,
como naturaleza viva,
de la mujer a la infancia
y de la infancia la vida.

De una Ternura gregario
unos pies que se abrigaban
y arriba de un escenario
muchos, muchos reaccionaron.

Pero si algo siempre quisisteis
fue una América unida
y tanto, tanto mostrasteis
que le premiaron en larga vida.

Y a nosotros con Gabriela,
mi beba y estos recuerdos,
que han venido aquí rondando
por usted muy emotivos.

No fuiste una dama de hierro,
solo una dama de letras,
que buscaste el castellano
como mi beba su teta.

Eso me pasa en usted,
por ser tan noble y tan llena,
que viniendo desde Chile
siempre lo llevó en la vena.

En la vena poesía,
en la sangre de los versos
en los versos de la tierra,
que nunca seran muertos.

Mientras poesía este viva,
usted nunca morirá,
pero confianza yo tengo
que en una nave volará.

Esa que le espantaba
de tomar aires de cielo
al ver tanto mundo chico
provocando desconsuelo.

Ahora la vida a mudado
y también la poesía
ya las rondas se han cambiado
por otras idolatrías.

Ahora TV mundana
más horas que justo sueño
y de leer la persona
solo misión de huraño.

Ahora ya la enseñanza
ha sido modernizada
y las computadoras
muestran tarea ordenada.

Entonces cada vez más,
ya no se piensa despacio
y las cartas viajan veloces
en la virtualidad de un espacio.

Usted estaría feliz,
sus cartas siempre sublimes
llegarian a tantas mentes
que lo encontraría increible.

Pero en los cielos la veo
disfrutando del buen Dios,
como estos ojos la buscan
en la bibloteca cincuenta y dos.

Rondas, rondas Gabriela,
por los cerros y las aguas
por cada cosa que amó,
sin nunca mostrar enaguas.

Disculpe estimada maestra
si yo con eso ironizo
lo que pasa es que hoy
ya nadie es pitonizo.

Y quien cada puede negocia
con sus bienes naturales,
y eso es campo fértil
en el mundo de inmorales.

Usted mucho quizo educar
enseñanza al humilde mortal
y en la Escuela Normal
muchas jóvenes oyeron... su canto liberal.

Vamos, Gabriela; Gabriela,
deme su fe sin parar
para encontar yo más versos
y con ellos lograr llegar,

Al final de mis recuerdos
por ti poeta global,
que ahora post modernistas
así le suelen nombrar,

A los seres universales
que dan muchas vueltas al mundo
y como usted son muy pocas
las que lo han hecho fecundo.

Hay algo que me sorpende
y es su mirada exterior
que cada vez que la observo
solo se ve el interior.

Es su transparencia poeta,
es su alma y Dios,
ellos que siempre tuvisteis
en sus poemas de amor.

Solo un deseo quisisteis
de tanto ser autoexiliada
y era volver a su Elqui
al final de la jornada.

Alguien después le llevó
cruzando la cordillera,
y una carroza sin vida
le mostró como quimera.

Quizó dormir en su valle
y que el río acompañara
y ese cerro de su nombre
por siempre le vigilara.

Usted fue única y pura,
tanto como sus dolores
que a fuerza de llanto y versos
solo se hicieron valores.

Tristeza y pena calmaba
dando sonrisas al niño
y en cada maleta que armó
siempre adjuntó al cariño.

Pocos le comprendieron,
pues del celo alimentaban
y se fijaron minuceas
que a otros engordaban.

Ahora solo hay honores,
pues su crítica de diario
se ha convertido en maestro
al pasar por su santuario.

Estás en primeras guías
en el verso más pequeño
en aquellas analogías
que siempre pierden su dueño.

Ahora ya todos saben
como yo también lo sé
que por culpa de su pena
usted poeta fue.

Pero la ronda continúa
con usted, mi beba y quien versa
y todo aquel amigo
que en su mano asi conversa.

Esta no termina nunca,
nunca, nunca va acabar,
pues cuando pare un poeta
otro la ira a continuar.

Tiene tantos amigos del mundo,
como disconformes tiene su patria,
algunos se han quedado mudos
y otros bendicen su gracia.

Sabe, Gabriela, Gabriela;
de tanto leer conocer,
si yo tuviese otra vida
le quisiera más aprender.

Esta noche ya se cierra
le debo dejar de versar
y si en tanto algo yerro
usted me sabra perdonar.

La ronda se volvio indemne,
la voz se viene apaciguar,
mi bebita ya duerme,
en sus sueños... querida, Gabriela Mistral.


Atilano González Orellana
Paralelo 45 LS Chile


PD: Bien Sra Graciela,
esos eran;
esperando de corazón los haya disfrutado,
atentamente
desde un lugarcito de Chile,llamado Coyhaique
Sergio A. Gonzaléz Orellana